En el escudo de armas del Estado de Aguascalientes, aparecen
unos labios femeninos pintados de color rojo. Encima de ellos están unas
cadenas rotas que simbolizan la libertad.
Mucho se ha discutido la historia de estos labios, sin embargo finalmente es considerada como una leyenda. Hace
algunos años mi abuelo me narró la historia originalmente publicada por la
revista Sucesos escrita por el ingeniero Elías L. Torres.
El primero de mayo de 1835, Santa Anna llegó a la ciudad de
Aguascalientes y, junto con él, 3,000 hombres para combatir al Estado de Zacatecas,
que se había sublevado. La llegada del general Santa Anna a Aguascalientes, fue
un gran alboroto, el pueblo adornó la villa y con gran júbilo fue recibido el
presidente. Descansaría una noche y las principales familias del lugar se
disputaban el honor de recibir en su casa al General. La residencia de Don
Pedro García Rojas y su esposa Doña María Luisa fue la elegida.
Después de un ajetreado día, llegó la hora de la cena y Don
Pedro García Rojas ofreció una recepción. El invitado ocupaba la cabecera de la
mesa; mientras saboreaba un delicioso chocolate. García Rojas, sentado a su
izquierda, escuchaba atento. Su esposa, a su diestra, clavaba sobre él sus ojos
y elogiaba cada suceso que el General contaba. El General deslizó su mano sobre
el bordado mantel y oprimía la fina mano de doña Luisa.
La dama fue llevando sabiamente la conversación hasta lograr
exponer la dolorosa situación de Aguascalientes. Las quejas señalaban un olvido
por parte de Zacatecas a excepción, claramente, de cuando se trataba de cobrar
los impuestos.
Durante la fiesta, Santa Anna quedo impresionado y coqueteó con Doña Luisa, a tal
punto de pedirle en secreto un beso.
Ella inteligentemente le cuestionó:
-¿Qué está dispuesto a hacer por un beso?
A lo que él respondió
-Lo que sea.
-¿Está seguro que lo que sea?
-Sí.
En ese momento, Doña Luisa detuvo la recepción y alzando la
voz expreso:
-¡Hoy es un día histórico!, el General Santa Anna, hombre de
palabra, me acaba de confirmar que seremos un estado independiente y yo, como
muestra de gratitud le daré un beso.
Santa Anna, sorprendido por la reacción de Doña Luisa, no le
quedo, más que cumplir con su palabra y recibió el tan esperado beso. Los
invitados aplaudieron y se felicitaban
unos a otros.
El dictador cumplió su palabra. Al día siguiente, 2 de mayo
de 1835, fue destituido el jefe político zacatecano, José María Sandoval, y
nombrado por el cabildo para sustituirlo Don Pedro García Rojas. Se expidió un
decreto fechado en México el 23 de mayo de 1835, confirmando la independencia
de Aguascalientes, haciéndolo territorio el 30 de noviembre de 1836, fue
declarado Departamento con la dimensión que ahora tiene el estado, nombrándose
como era natural, primer gobernador a Don Pedro García Rojas.
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